Seguramente habrás escuchado hablar mucho últimamente sobre los plásticos biodegradables o bioplásticos, pero lo cierto es que no todos son iguales ni se pueden reciclar de la misma forma. Hoy te presentaremos una guía completa para comprender mejor las diferencias entre cada uno de ellos y las ventajas que poseen sobre los plásticos convencionales.
Plásticos convencionales vs. bioplásticos
El plástico tradicional es el que más acostumbrados a usar, aunque felizmente la tendencia a reemplazarlo por materiales reciclables va en aumento y la conciencia sobre la contaminación que el plástico convencional genera también.
Para darnos una somera idea de lo perjudicial que puede ser el plástico común para el medio ambiente veamos un ejemplo: una bolsa media está fabricada con petróleo y contiene carbono, cuando la bolsa se desecha, estos elementos se liberan directamente en la atmosfera. Además, una bolsa común, tarda más de 1000 años en descomponerse en microplásticos. En todo el mundo, utilizamos aproximadamente 2 millones de bolsas de plástico por minuto.
El bioplástico, en cambio, se considera tal si se produce parcial o totalmente con polímeros de origen biológico. Es un material moldeable formado por compuestos químicos derivados de microbios como las bacterias o por plantas modificadas genéticamente.
Se trata de una combinación de materiales orgánicos, como el almidón y la celulosa, y aditivos químicos que se degradan en dióxido de carbono, metano, biomasa, agua y sales minerales. Pero hay que dejar algo claro: no todos los bioplásticos son biodegradables.
Existen tres tipos de bioplásticos según su origen:
- Plástico de base biológica (derivado de plantas) que ES biodegradable.
- Plástico de síntesis química que ES biodegradable.
- Plástico de base biológica que NO es biodegradable.
La mayor parte de los plásticos que se consideran biodegradables son producto de una combinación de materiales orgánicos y aditivos químicos que se degradan en dióxido de carbono, metano, biomasa, agua y sales minerales y ardan de tres a seis meses en descomponerse completamente.
Otros tipos de plásticos menos conocidos
También existen los llamados plásticos oxodegradables, que si bien muchas veces se perciben como biodegradables, no son más que plásticos comunes con aditivos que logran acelerar la descomposición por la exposición a la luz solar y al oxígeno, pero que nunca llega a degradar el material completamente.
Los plásticos fotobiodegradables reaccionan a la luz ultravioleta y requiere una oxodegradación inicial, por lo tanto, este tipo de material no se degradará en un entorno diferente. Todavía se encuentran en fase de investigación.
Hay también plásticos hidro-biodegradables, que se fabrican a partir de fuentes vegetales y se degradan más rápidamente que los oxo-degradables. Es un material resistente a la temperatura y es el único bioplástico que puede descomponerse tanto en el suelo como en el agua.
El plástico compostable es aquel que, a diferencia del biodegradable, necesita un entorno específico para descomponerse y su compostaje requiere oxígeno y la acción de microorganismos, pero no se degrada por sí solo, tiene que ser compostado en instalaciones comerciales. Luego de su degradación, no deja sustancias químicas tóxicas para el medioambiente.
El compromiso de Grupo de Blas
Desde hace más de 40 años nuestra empresa trabaja en el sector de la recuperación y el reciclaje y confía en seguir avanzando hacia un desarrollo sostenible para cuidar del planeta y de todos los que vivimos en él.
Creemos que nuestro esfuerzo por mejorar continuamente los procesos de separación y reutilización forma parte de la responsabilidad y el compromiso que asumimos y renovamos día tras día con nuestros clientes y el medio ambiente.